Son días turbulentos en el mercado local. Luego de que el Tesoro saliera a licitar de manera extraordinaria los pesos sobrantes de las LEFIs, los rendimientos de las cauciones se dispararon. En paralelo, también comenzó a observarse un incremento en las tasas de los plazos fijos que ofrecen los bancos.
Según datos del Banco Central, el martes de la semana pasada, el promedio de las tasas de interés que ofrecían los bancos para plazos fijos —conocida como la tasa Badlar— era de 28,75 puntos, su nivel más bajo desde el 10 de marzo de este año. Para este lunes, ya había saltado a 32,18.
Para el economista Amilcar Collante, esta situación «fue producto del desarme desordenado de las LEFIs, que a priori iba a descomprimir la tasa y fue el primer movimiento que se vio, pero que fue un poco abrupto«.
El tropiezo de las LEFIs
La entidad monetaria estableció el 10 de julio que las entidades financieras ya no podrían suscribir a las LEFIs, uno de los instrumentos favoritos de los bancos para el manejo diario de sus stocks de liquidez.
Ante esa situación, la Secretaría de Finanzas llamó a una licitación de emergencia para el 16 de julio. Allí, adjudicó solo $4,7 billones, pero convalidando tasas de hasta el 47%, muy por encima de las licitaciones previas. Mientras, los pesos restantes fueron hacia otros instrumentos, como las cauciones bursátiles, que dispararon sus rendimientos durante los últimos días, con picos de hasta un 80% de TNA.
«Se ve mucha volatilidad, producto también de que el equipo económico quería que la tasa sea endógena, es decir, que se determine por el mercado, pero fue bastante desordenado», opinó Collante.
Plazos fijos: ¿se dispara la tasa?
De acuerdo a los datos de este miércoles que recopiló el Banco Central, las tasas de interés de los principales bancos operan en torno al 30%, siendo el Banco Ciudad el que mantiene el rendimiento más bajo, con un 26%. En la vereda opuesta se ubicó el Banco Macro, con una TNA de 34%. La lista la completan Galicia y ICBC, ambos con 31%; Santander, Nación y Credicoop con 30%; BBVA con 29,5% y el Provincia con 29%.
El economista de Epyca, Eric Paniagua, reconoció que «es posible que haya algún movimiento en la tasa de plazos fijos, particularmente porque se ha visto una falta de liquidez en el sistema en las últimas semanas». Sin embargo, enfatizó que «es altamente improbable que tenga la misma volatilidad que mostraron las cauciones».
En primer lugar, sostuvo que las cauciones «suelen ser mucho más sensibles a cambios en el valor de la tasa, mientras que el plazo fijo es más estable». En segundo lugar, agregó que la caución «no es un instrumento que suele ser usado por el grueso de las personas que suelen optar por los plazos fijos».
De manera similar, Ritorto explicó que «las tasas de caución y las de plazos fijos operan en segmentos distintos: una responde a la dinámica mayorista, la otra está más asociada al fondeo minorista». Sin embargo, planteó que «en un esquema como el actual, sin una tasa de política explícita que marque el piso, las condiciones en un segmento pueden incidir sobre el otro«.
Por lo tanto, «cuando hay tensiones en el mercado de muy corto plazo, los bancos pueden verse obligados a mover también las tasas que ofrecen al público para retener depósitos«.
El equilibrio con el dólar
El analista de Epyca consideró que el aumento de la tasa para los plazos fijos «sería un atenuante para la demanda que del dólar, siempre que las tasas de pasos fijos han subido históricamente en Argentina, el ahorrista promedio, si no ha desistido, al menos atenuado su demanda de dólares, porque son los dos instrumentos favoritos por los inversores minoristas«.
Mientras, el economista de ACM sostuvo que «lo que se está viendo es un sistema más sensible a shocks de liquidez, sin una referencia clara y con licitaciones espaciadas«. Consideró que «esa sensibilidad probablemente se modere a medida que se estabilice el funcionamiento del nuevo esquema, pero mientras tanto, el riesgo de desajustes momentáneos va a seguir presente mientras el BCRA intervenga de forma más reactiva que preventiva».
Por su parte, Collante planteó que «todo el sistema va a tener tasas un poco más arriba de lo que era la previa». Hacia delante, eso «va a depender de dónde se equilibren el dólar y la tasa de interés, para ver si eso se mantiene o puede ir más abajo».
Además, argumentó que «el Gobierno va a querer que cuanto antes se estabilice el dólar y que las tasas vuelvan a niveles de la previa de todo este desarme de las LEFI, porque uno de los pilares del crecimiento económico fue el crédito, que ya viene un poco ralentizado».
Y concluyó: «Si vos le agregás más tasas de interés, seguramente para el privado se va a encarecer la tasa activa, entonces empezás a tener un poco de problemas, porque eso te genera ruido también en la economía real».